Sinfonía nº6 "Pastoral"
Las sinfonías Quinta y Sexta de Beethoven fueron estrenadas el 22 de diciembre de 1808, en el recién inaugurado Theater an der Wien, en una Viena ocupada por las tropas napoleónicas, entre pactos y rompimientos, desde el año 1805. La función solo con obras de su autoría y a su beneficio– había sido organizada por el propio Ludwig a fin de asegurarse un balance positivo de ese año. A poco de cumplir cuarenta años y hostigado por la sordera que avanzaba irremisiblemente, Beethoven dirigió todas las obras y además tocó el piano.
¿Cómo intentó transmitir los sentimientos característicos así como los sonidos del campo? Consideremos el primer movimiento. Todo es sereno, como la vida del campo. La pieza se desenvuelve sin prisa. Las armonías en su mayor parte son simples y la música permanece en cada área armónica durante un tiempo bastante prolongado. Esto significa que hay muchos pasajes con tonos sostenidos largos (los zumbidos de gaitas) o notas repetidas. Además, hay gran cantidad de repetición de pequeños temas, melodías completas y hasta secciones enteras.
El segundo movimiento es algo más literal, donde las ondulaciones penetrantes de las semicorcheas representan el arroyo murmurante. Hacia el final emergen pinturas sonoras explícitas, con los cantos de los pájaros. Beethoven designa a la parte de flauta como "ruiseñor", al oboe como "codorniz" y a los clarinetes como "cucú".
Hay una pintura sonora literal de otro tipo en el tercer movimiento. A Beethoven le gustaba oír las bandas populares que tocaban las danzas folclóricas austríacas, aun cuando su interpretación fuera menos que lograda. Su amigo Antón Schindler anotó en 1819: "Beethoven me preguntó si no había notado cómo los músicos de pueblo a menudo tocaban dormidos, a veces dejaban caer sus instrumentos y se quedaban muy quietos, luego se despertaban con un sobresalto, dando algunos vigorosos soplidos o golpes, generalmente en el tono correcto y, después, volvían a quedarse dormidos. Había tratado de retratar a esta pobre gente en la Sinfonía Pastoral". El gentil humor de este movimiento se ensombrece hacia el final, para simbolizar la acumulación de nubes de tormenta.
La tormenta (cuarto movimiento) inicia su amenaza ominosa mediante un cambio inesperado hacia una tonalidad distante. El scherzo no termina, sino que la tormenta lo interrumpe con esta modulación. La violencia de la tormenta está descrita por el rugir de los timbales, trémolos de cuerdas y disonancias estridentes. Finalmente la tempestad se calma y el movimiento final sigue sin ninguna pausa.
El himno del pastor del final nos hace regresar a la atmósfera sin prisa del primer movimiento. Un clarinete y después un corno tocan figuras de canto tirolés sobre zumbidos de gaita en las cuerdas, antes de oír el tema principal. La melodía, que es introducida por los violines (el zumbido pasa a los clarinetes y a los fagotes), es en realidad una tonada suiza de canto tirolés.
¿Cómo intentó transmitir los sentimientos característicos así como los sonidos del campo? Consideremos el primer movimiento. Todo es sereno, como la vida del campo. La pieza se desenvuelve sin prisa. Las armonías en su mayor parte son simples y la música permanece en cada área armónica durante un tiempo bastante prolongado. Esto significa que hay muchos pasajes con tonos sostenidos largos (los zumbidos de gaitas) o notas repetidas. Además, hay gran cantidad de repetición de pequeños temas, melodías completas y hasta secciones enteras.
El segundo movimiento es algo más literal, donde las ondulaciones penetrantes de las semicorcheas representan el arroyo murmurante. Hacia el final emergen pinturas sonoras explícitas, con los cantos de los pájaros. Beethoven designa a la parte de flauta como "ruiseñor", al oboe como "codorniz" y a los clarinetes como "cucú".
Hay una pintura sonora literal de otro tipo en el tercer movimiento. A Beethoven le gustaba oír las bandas populares que tocaban las danzas folclóricas austríacas, aun cuando su interpretación fuera menos que lograda. Su amigo Antón Schindler anotó en 1819: "Beethoven me preguntó si no había notado cómo los músicos de pueblo a menudo tocaban dormidos, a veces dejaban caer sus instrumentos y se quedaban muy quietos, luego se despertaban con un sobresalto, dando algunos vigorosos soplidos o golpes, generalmente en el tono correcto y, después, volvían a quedarse dormidos. Había tratado de retratar a esta pobre gente en la Sinfonía Pastoral". El gentil humor de este movimiento se ensombrece hacia el final, para simbolizar la acumulación de nubes de tormenta.
La tormenta (cuarto movimiento) inicia su amenaza ominosa mediante un cambio inesperado hacia una tonalidad distante. El scherzo no termina, sino que la tormenta lo interrumpe con esta modulación. La violencia de la tormenta está descrita por el rugir de los timbales, trémolos de cuerdas y disonancias estridentes. Finalmente la tempestad se calma y el movimiento final sigue sin ninguna pausa.
El himno del pastor del final nos hace regresar a la atmósfera sin prisa del primer movimiento. Un clarinete y después un corno tocan figuras de canto tirolés sobre zumbidos de gaita en las cuerdas, antes de oír el tema principal. La melodía, que es introducida por los violines (el zumbido pasa a los clarinetes y a los fagotes), es en realidad una tonada suiza de canto tirolés.
La Sexta significó un paso más en el desarrollo de la música programática, que llevó a la aparición del poema sinfónico por Franz Liszt. Este proceso culminaría a finales del siglo XIX en los extraordinarios poemas sinfónicos de Richard Strauss y en sus sinfonías programáticas, especialmente en la estruendosa y lírica a la vez Sinfonía Alpina.
Beethoven
Fue un compositor alemán, nacido en el seno de una familia de origen flamenco, su padre, ante las evidentes cualidades para la música que demostraba el pequeño Ludwig, intentó hacer de él un segundo Mozart, aunque con escaso éxito.
La vocación musical de Beethoven no comenzó en realidad hasta 1779, cuando entró en contacto con el organista Christian Gottlob Neefe, quien se convirtió en su maestro. Él fue, por ejemplo, quien le introdujo en el estudio de Bach, músico al que Beethoven siempre profesaría una profunda devoción.
Los últimos años de la vida de Beethoven estuvieron marcados también por la soledad y una progresiva introspección, pese a lo cual prosiguió su labor compositiva, e incluso fue la época en que creó sus obras más impresionantes y avanzadas.
Opinión:
Empieza con nuestra Guerra de la Independencia, Beethoven compuso dos de sus obras más características. Aunque se trata de trabajos musicalmente muy distintos, la Quinta y la Sexta, son dos de sus sinfonías más reconocibles.
Hola Vanesa, a estas alturas creo que debes cuidar un poco más tu artículo, Debes cambiar algunas cosas, se nota que has cortado y pegado la información sin más y eso no es. Así es que:
ResponderEliminar- Selecciona lo que quieres contar.
- Cambia el tamaño de la letra, yo te la he pñuesto un tono más fuerte porque no se veía, cambia tú el tamaño.
- Destaca con negrita u otro color las ideas principales de cada párrafo.
- Para el vídeo no vale poner la URL, debes seleccionar el icono de vídeo de arriba, después seleccionar "desde you-tube" y luego buscar ahí el que quieras incluir de forma visible en tu entrada, le das a seleccionar u añadir y listo.
- Haz una crítica personal con fundamento, escribe tres cosas que te hayan gustado o sorprendido de la obra escuchada y dos que no, da argumentos a tu opinión.
Por ahora, 0,2. Cuando lo tengas me envías un comentario de que ya lo has hecho. Ánimo, merece la pena aprender a hacer las cosas bien.
vale profe ya lo he leído te envio otra vez el articulo con modificaciones
ResponderEliminargracias por cambiarlo e intentar superarte. te subo a 0,35. no puedo darte más porque me falta profundización, no explicas bien cómo describe la naturaleza Beethoven y tu crítica brilla por su ausencia. Vamos que eso no es una reflexión. Pero tranquila, céntrate en el examen y ya está. Te he añadido en rojo claro consideraciones que creo importantes. Un saludo.
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