Él más solicitado de toda Europa

Los Castrati y Farinelli.

A principios del  S.XVI escuchamos a estos grandes cantantes de ópera cuya peculiaridad es tener una voz privilegiada en los agudos sorprendiendo son su timbre vocal.

Eran cantantes muy importantes, cobraban grandes sumas de dinero por las actuaciones y además las damas de la época se volvían locas con ellos, ya que no corrían el riesgo de quedarse embarazadas.

El registro que tenían estos cantantes era debido a que de pequeños sufrían una castración para evitar la maduración de su voz. Su formación era muy especial: tenían que ir a una escuela de canto en Roma, esta consistía en una hora de cantar piezas difíciles e incómodas, una hora practicando trinos, una hora en ejercicio adornado passaggi, una hora de ejercicios de canto en presencia de su maestro y delante de un espejo a fin de evitar movimientos innecesarios del cuerpo o muecas faciales y una hora de estudio; todo esto antes del desayuno.

De estas escuelas de Castrati, unos siglos después de que apareciese este movimiento, salió un grande, él fue  Carlo Broschi, más conocido como Farinelli.

Farinelli.

Farinelli nació en una familia de una condición social de baja nobleza. Cuando era niño, como cualquier otro castrati, fue castrado para conservar su voz de Soprano, aunque hay otra teoría que dice que de pequeño tuvo un accidente con un caballo y le tuvieron que castrar. Pero al margen de esta anécdota, Farinelli fue enviado a un conservatorio de música, en el que no solo le enseñaron a cantar sino que le dejaron improvisar; de ahí que Farinelli diera toques improvisados en las partituras que le daban ya escritas para su deleite al público. Este Castrati adquirió una voz privilegiada, maravillosa, se hizo famoso en el sur de Italia con Il Raazzo "l Niño".
La pureza y la impresionante voz que tenía llegó hasta Italia, que logró desafiar a un famoso Trompetista Alemán superando la altura y tempo de la nota. Además estos cantantes en la óperas solían cantar papeles de mujeres.

Tuvo una gran carrera en Europa. En 1725, Farinelli se presentó en Viena, y en Venecia el año siguiente, regresando a Nápoles poco después. Cantó en Milán en 1726, donde Johann Joachim Quantz lo oyó y escribió lo siguiente:

Farinelli tenía una voz de soprano penetrante, completa, rica, luminosa y bien modulada, con un rango en ese momento desde La debajo de Do medio a Re tres octavas por encima de Domedio... Su entonación era pura, su vibración maravillosa, su control de la respiración extraordinario y su garganta muy ágil, por lo que cantó los intervalos más amplios rápidamente y con la mayor de las facilidades y seguridad. Los pasajes de la obra y todo tipo de melismas no representaron dificultades para él. En la invención de ornamentación libre en el adagio fue muy fértil.

Farinelli en su viaje a Bolonia conoció al Cantante Bernacchi a quien debe mucha parte de su institución. Farinelli gustó tanto que actuó otras veces en Italia y volvió a Viena por tercera vez.

En Londres Farinelli tuvo que modificar su estilo, bajo el consejo de Carlos VI, su primera aparición en Londres fue con Artaserse, de la que gran parte de la música era de su hermano. 

Además de tocar en Londres, Italia, Bolonia o Italia entre otros, Farinelli actuó en nuestro territorio, en España. A nuestro país Farinelli llegó después de su asistencia en Francia para cantar a Luis XV, Rey de Francia.

En España sólo quería quedarse durante unos meses, pero esos meses se prolongaron a 25 años de estancia, Su voz fue empleada para curar al rey Felipe V, este no solo le quiso dar el poder, si no, además le nombró como primer ministro. Farinelli, era una persona bastante lista por lo que supo llevar este cargo en discreción. Además Farinelli utilizó su poder en la corte para persuadir a Fernando VI que establecería la ópera Italiana. Con el nombramiento de Carlos III este se fue a Bolonia donde pasó el resto de sus días. A su muerte entre su patrimonio se dejó un Violín Stradivarius a Barbara de Braganza.

Aparte de cantar, Farinelli tocó instrumentos con teclado e incluso la viola. Aparte escribió un Aria para Fernando VI.

Este vídeo, es de una de las obras más importantes de Farinelli, de Haendel en la que sorprende demasiado al público, tanto como al mismísimo rey que se encontraba en el teatro. Esta escena es de la película de Farinelli en la que se muestra gran parte de la realidad de su vida. A parte de describir en esta escena la maravillosa aría Lascia ch'io pianga, podemos ver cómo eran las óperas del barroco, recargadas, junto con las vestimentas del público, la orquesta, el director de orquesta y sobre todo los efectos especiales que se ven en esta época.

Este es el trailer de la película Farinelli, en ella podemos ver los aspectos más destacados anteriormente.

Aitor Diaz Palencia 1ºAB