Música profana y el pueblo medieval.

La música profana es el contrario de la música medieval, tenía temas diferentes a los religiosos, que también servían para culturizar al pueblo ,es decir era la música popular del pueblo.
La música profana medieval buscaba divertir al pueblo, (historias de amor, romances, etc). Con este tipo de música surgen los famosos juglares que eran cantantes que iban de pueblo en pueblo, (ya sean insultos referidos a Dios, o cosas no necesariamente malas, si no con otros temas) o heregías sólo por diversión. Dentro de la música profana podemos distinguir entre: 
- Música popular 
- Música culta.

Los instrumentos más destacados eran las flautas, las cuerdas, las pandereta  pero a su vez también se empleaban gaitas y otros instrumentos parecidos, rara vez cantaban: hablaban rimando y con música de fondo.Esta música se interpreta en ámbitos profesionales (en la Corte, en las festividades, etc.) y cada vez más en el ámbito doméstico: en muchos hogares se usa el laúd, la vihuela o el clavicémbalo acompañando el canto o como instrumentos solistas. 





Hacia la primera mitad de la Edad Media se fue creando una separación entre la música eclesiástica y la del pueblo llano, que al contrario que esta, celebraba de forma ruidosa y desordenada toda clase de festejos. Evitando los tópicos e ideas preconcebidas en las que se suele caer, se pretende realizar una rigurosa aproximación al músico común de la época, pasando a ser la música de las plazas y calles de la villa medieval la auténtica protagonista. Pero aunque no contamos con manuscritos escritos de esta época, contamos con pruebas literarias o iconográficas, que nos dan la razón en que la música de entonces iba cogiendo terreno fuera de la Iglesia.